Año bisiesto: ¿por qué febrero a veces tiene 29 días?

Año bisiesto: ¿por qué febrero a veces tiene 29 días?

El blog de hoy, como habrán notado, se publica el día jueves 29 de febrero de 2024. Como regla general, febrero siempre tiene 28 días, ¿pero qué pasó esta vez? Acompáñanos en esta explicación más extensa sobre por qué febrero a veces tiene 29 días y qué implica realmente la designación de un año como bisiesto. ¡Entendamos esta peculiaridad temporal del calendario!

Fuente imagen: aristeguinoticias.com

Historia de los años bisiestos: un viaje a los orígenes del calendario

Partamos por lo básico: Año bisiesto es una expresión que deriva del latín «bis sextus dies ante calendas martii» («repetido el sexto día antes del primer día del mes de marzo»), que correspondía a un día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero. La tradición de los años bisiestos tiene sus raíces en el calendario juliano introducido por Julio César en el año 45 a.C. Julio César fue uno de los políticos y militares más importantes de la antigua Roma. En aquel entonces, él estableció la práctica de agregar un día extra a febrero cada cuatro años. ¿La razón? Alinear nuestro calendario con el año solar, que, en realidad, es ligeramente más extenso que 365 días.

Fue el papa Gregorio XIII quién afinó el calendario juliano: en el actual calendario gregoriano, cada cuatro años tenemos un día más, a excepción de los años múltiplos de 100. Pero, para acabar de cuadrar las cifras, sí que tienen un día más los años múltiplos de 400. Por lo tanto, el año 1900 (múltiplo de 100) no tuvo un día más, pero el año 2000 (múltiplo de 400) y el 2024, sí.

Normalmente se cree que el día añadido al calendario es el 29 de febrero, pero eso no es exactamente cierto. Primero, el día que se añadió fue el 24 de febrero. Por eso el año se llama bisiesto, porque añade el “bix sextus dies ante calendas martii” (repetición del sexto día antes del primero de marzo). Fue con la reforma gregoriana con la que se cambió el día añadido, que pasó a ser el último día del mes (el 29 de febrero). (Fuente)

¿Entonces por qué el 2024 es bisiesto?

La respuesta a esta pregunta se encuentra en las reglas matemáticas que rigen la designación de un año como bisiesto. En términos simples, un año debe ser divisible por 4, a menos que también sea divisible por 100 pero no por 400. Sorprendentemente, el año 2024 cumple con ambas condiciones, otorgándole el estatus de bisiesto. Suena complejo, ¿verdad? 

El beneficio de tener un día adicional

El gesto aparentemente simple de agregar un día extra al calendario cada cuatro años tiene una profundidad matemática significativa. Este día adicional actúa como un ajuste preciso para garantizar que nuestro sistema de medición del tiempo permanezca sincronizado con el ciclo solar, que tiene una duración ligeramente superior a los 365 días. De este modo las estaciones no se confunden, y por ejemplo, el inicio de la primavera, puede seguir siendo el 21 de marzo. Sin años bisiestos cada 12 años los calendarios se desfasarían 3 días. (Fuente: NatGeo)

Interesante, ¿verdad? Ahora ya sabes por qué tenemos un día extra para disfrutar este verano. ¡Nos leemos en el próximo blog!

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