Cuidar tu salud comienza con educación financiera

Con el Día Mundial de la Salud a la vuelta de la esquina, es hora de reflexionar sobre cómo nuestras finanzas pueden impactar nuestra salud y viceversa. No se trata solo de conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 7 de abril, sino de comprender cómo podemos encontrar un equilibrio entre cuidar nuestra salud y nuestras finanzas para vivir una vida más plena y tranquila. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo lograrlo!

La conexión entre salud y dinero: ¿cómo nos afecta en la vida real?

La mala salud financiera puede ser un gran generador de estrés y ansiedad. Preocupaciones por gastos inesperados, incapacidad para ahorrar o cubrir tratamientos médicos importantes pueden tener un impacto significativo en nuestra salud mental y emocional. Por otro lado, el estrés crónico debido a preocupaciones financieras puede incluso desencadenar problemas físicos. Es un ciclo que debemos romper.

¿Cómo encontrar el equilibrio?

Es crucial entender cómo podemos encontrar un equilibrio entre nuestra salud y nuestras finanzas. Aquí te presentamos algunos consejos prácticos para ayudarte a lograrlo:

Explora tus opciones de seguro: Investiga diferentes tipos de seguros de salud y comprende cómo pueden protegerte en caso de enfermedad grave o accidente. Considera el Seguro de Accidentes + Complementario de Salud Ambulatoria de abcvisa, que cubre el reembolso de los gastos de asistencia médica, farmacéutica y hospitalaria hasta UF100. Además, ofrece una bonificación del 50% del copago en consultas, exámenes y procedimientos ambulatorios en todas las clínicas y centros médicos del país que se encuentren en línea con I-Med.

Prioriza el autocuidado: dedica tiempo regularmente para revisar tus finanzas y establecer un presupuesto realista. Ahorrar para emergencias y eliminar deudas te dará tranquilidad y estabilidad financiera, lo que a su vez beneficiará tu salud mental y emocional.

Busca apoyo profesional: no dudes en buscar asesoramiento financiero si lo necesitas. Un experto puede ayudarte a desarrollar un plan financiero sólido y a tomar decisiones informadas sobre inversiones y ahorros.

Cuida tu bienestar integral: recuerda que la salud va más allá de lo físico. Practica el autocuidado emocional y mental, ya sea a través de la meditación, el ejercicio regular o buscando ayuda profesional si experimentas estrés crónico o ansiedad relacionada con el dinero.

Tu salud financiera es buena si: 

Tienes un presupuesto sólido: utiliza herramientas como planillas de presupuesto o aplicaciones de gestión financiera para llevar un registro de tus ingresos y gastos. Estas herramientas te ayudarán a entender si estás gastando menos de lo que ganas y a identificar áreas donde puedas ajustar tu presupuesto. Te dejamos un blog con las mejores opciones.

Ahorras o inviertes a largo plazo: para comenzar a ahorrar o invertir a largo plazo, es importante establecer metas financieras claras. Puedes empezar destinando un porcentaje de tus ingresos a una cuenta de ahorros o a un plan de inversión. Te dejamos algunos métodos creativos para que lo logres este año.

Simplifícate con el Pago Automático de Cuentas (PAT): el Pago Automático de Cuentas es una excelente herramienta para asegurarte de pagar tus cuentas a tiempo y evitar cargos por pagos atrasados. Configura pagos automáticos para tus cuentas recurrentes, como internet, plan de celular o autopistas y así garantizarás que tus cuentas se paguen puntualmente cada mes.

Gestionas tus deudas de manera responsable: las deudas sostenibles son aquellas que puedes pagar cómodamente sin comprometer tu capacidad para cubrir tus gastos básicos y ahorrar para el futuro. Evalúa tus deudas actuales y busca estrategias para reducir los intereses, como consolidar deudas o refinanciar préstamos a tasas más bajas.

En resumen, la salud y la educación financiera están relacionadas y son fundamentales para nuestro bienestar integral. Al reconocer esta conexión y tomar medidas para fortalecer ambos aspectos de nuestras vidas, estamos invirtiendo en un futuro más saludable y próspero para todos, ¡nos leemos en el próximo blog!

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