Deudas malas ¿y deudas buenas?

Deudas malas ¿y deudas buenas?

¡Comenzó el nuevo año! ¿Qué mejor manera que partir con nuevos conocimientos? La autoeducación financiera nos entrega el poder de entender y dirigir nuestras finanzas hacia el camino que queremos seguir y el 2024 puede ser el año en que pasemos de la incertidumbre hacia el control financiero. Porque manejar nuestro dinero no es solo una necesidad, ¡realmente puede transformar nuestra vida! Acompáñanos en esta guía hacia un camino de decisiones inteligentes y empoderadas.

¿Realmente existen las deudas buenas?

Vamos a hablar sobre las deudas. En el mundo financiero, resulta importante distinguir entre deudas «buenas» y «malas«; te daremos algunos ejemplos prácticos. Las deudas consideradas «buenas» serían aquellas que, al asumirlas, generan un valor tangible a largo plazo. Por ejemplo, invertir en educación se clasificaría como una «deuda buena», ya que contribuye al crecimiento personal y profesional, abriendo puertas a oportunidades futuras. Una deuda buena también puede ser un préstamo para iniciar un nuevo negocio o un avance o súper avance para conseguir un activo (conjunto de bienes que poseemos que pueden ser convertidos en dinero y en general esperamos que nos generen ingresos en el futuro).

En contraste, las deudas «malas» podrían asociarse a gastos impulsivos o innecesarios que no generan un beneficio duradero. Gastar en bienes de consumo efímero, como artículos de lujo no esenciales, podría caer en esta categoría. Este tipo de deudas, a diferencia de las «buenas», tienden a acumularse mensualmente sin ofrecer un retorno significativo.

Ahora, veamos las trampas financieras.

En este complejo mundo de dinero, es fácil caer en decisiones impulsivas que pueden generar deudas descontroladas, por ejemplo: acumular deudas en la tarjeta de crédito, salir a comer siempre afuera o comprar un café todos los días. Esto es lo que se determina “gastos hormiga”. Probablemente has tenido varios gastos menores que no contabilizamos, pero al sumarlos puedan representar una parte importante del presupuesto mensual. ¿Sabías que en el portal de educación financiera CMF Chile existe una calculadora para este tipo de gastos? Te invitamos a visitarlo, esquivar estas trampas y mantenernos en el sendero hacia la estabilidad.

Pasemos al tema del ahorro.

A primera vista, la idea del ahorro asusta, pero mantenerse constante implica cultivar un compromiso continuo con destinar una porción de los ingresos a una reserva financiera. Similar a sumar pesitos en la alcancía, este hábito, aunque pueda parecer modesto, se traduce en un respaldo esencial frente a imprevistos y en la posibilidad de alcanzar metas financieras más ambiciosas. La clave radica en convertir el ahorro en una costumbre.

Llegamos a las tarjetas de crédito, a menudo mal interpretadas.

¿Son amigas o enemigas? Bien utilizadas, son aliadas valiosas. Permiten hacer uso de crédito en el momento, la posibilidad de elegir cuotas y obtener descuentos y beneficios mes a mes. Sólo debemos ser responsables con utilizar lo que podemos pagar.

En resumen, la educación financiera no es un camino aburrido, ¡todo lo contrario! Haz que el 2024 sea una oportunidad para construir un año financiero próspero y lleno de posibilidades,  ¡la clave está en tus manos! Nos leemos en el próximo blog.

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