Deudas Buenas y Deudas Malas. Conoce las diferencias.

Existen deudas buenas y malas ¿lo sabías?

Antes de hablar sobre si existen deudas buenas y malas, hay que tener claro qué es una deuda. La definición básica sería un cargo que tiene una persona física o jurídica para pagar un cobro económico. O sea, es la cantidad de dinero que le debes a una persona o entidad por un servicio recibido, dándote una obligación financiera que afrontar.

Todas las deudas tienen fecha de caducidad y el no cumplir esa fecha hará que pagues intereses. Evita esto, ya que el no pagar al día hará que termines pagando de más. Por eso, si vas a contraer una deuda ¡sé responsable! Es muy importante que solo lo hagas en caso de saber que podrás pagarla.

Ahora que tenemos claro qué es una deuda queremos detallarte lo que, según nosotros, es la diferencia entre deudas buenas y malas. Así, en el momento que tengas que tomar una decisión, este blog te ayudará a elegir si vale o no la pena contraer una deuda.

Deudas Buenas

Son las que te beneficiarán financieramente en un corto, mediano o largo plazo. Es decir, te ayudarán a hacer crecer tu patrimonio. Previo a entrar en una deuda, piensa muy bien si tienes el dinero suficiente o un plan sólido para ir pagándolas. Algunos ejemplos son:

 

  • Pedir un préstamo para comprar tu primera casa o comenzar un nuevo negocio. Estas deudas lo más probable que duren muchos años, pero si eres responsable ¡valdrán la pena!
  • Pedir un préstamo para invertir en algo que te llame la atención. ¡Ojo! Nunca inviertas si no estás seguro o bien asesorado.
  • Si tu compra tendrá un ciclo de vida largo. Por ejemplo, un refrigerador, una cama nueva o un auto. Ya que no será una compra que dejes de usar en el corto plazo y te ayudará en tu vida.

Deudas Malas

Lamentablemente estas son las más comunes. Aparecen para comprar algo que vamos a usar poco o es perecedero. Además de estar seguros si podemos pagarlas o no. Algunos ejemplos son:

  • Hacer una compra compulsiva y aunque su ciclo de vida sea solo de unos días o semanas, tú la seguirás pagando en varias cuotas.
  • Comprar un vestido o un terno caro para una ceremonia como un matrimonio. Lo usarás solo un par de días al año (con suerte) y se quedará guardado en tu closet mientras sigues pagando las cuotas.
  • Cualquier compra que hagas de manera irresponsable sin tener un piso económico para poder pagarla en el tiempo que se te exige.

Por último, pero no menos importante, cuando tomes una deuda averigua bien si las tasas de interés se adecuan a tu favor. Por ejemplo, si compras un lavarropas verifica que las cuotas sean sin interés o con uno muy bajo. Y haz lo mismo si estás pensando en pedir un préstamo para iniciar un negocio o comprarte una moto. Un tip muy importante es que si el interés es igual al valor del producto ¡no compres! Al final el costo será mucho mayor de lo que piensas.

En conclusión: las deudas buenas si existen, pero las malas también. Así que cuando vayas a comprar y endeudarte ¡sé responsable! Y solo hazlo si está dentro de tu realidad financiera.

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